Soy Pedro Gundesen, tengo 45 años, soy descendiente directo de inmigrantes daneses en Argentina. Mi abuelo Thue Gundesen llego a Argentina alrededor de 1915 y se instaló en la zona de Tres Arroyos. Soy tercera generación de agricultores y ganaderos tanto por la línea de mi padre como la de mi madre (inmigrantes italianos). Estoy casado con Alejandra Hollender, mi gran compañera, también descendiente de daneses de la zona de Coronel Dorrego. Tenemos dos hijas: Ema y Lucia. Mi formación es en Comercio Exterior y tengo un MBA en Boston University, USA. De 1990 a 2002 estuve viviendo en Alemania, México, Brasil y Turquía trabajando para Siemens y Wincor Nixodrf hasta que en el año 2002 con el fallecimiento de mi padre decidí hacerme cargo del campo. Continué trabajando con las dos cosas hasta que un par de años después dejé la corporación para convertirme en emprendedor. Mi propio jefe. Cuando comencé en Don Pedro en 2002 se trabajaban 1,200 has entre dos empleados y mi padre. Dieciocho años después hemos más que duplicado el producido. Trabajamos 3,500 has con siete personas incluyéndome. Vivo en Buenos Aires, la capital de Argentina, donde tengo mis otras dos actividades: Una empresa de tecnología llamada Etail y mi gran pasión, el teatro, donde escribo los textos para luego dirigirlos.

Por qué empezaste con Limangus y Don Pedro  y cómo dirías que este tiempo ,más que una década, ha sido en términos de evolución del producto, ¿condiciones como agricultor?

Arrancamos con Limangus en 2006. Buscaba una raza que tenga la mejor capacidad cárnica para animales medianos y que nos permita agregar valor, diferenciarnos. Veía siempre que los records en el mercado de hacienda de Liniers (el mayor mercado concentrador de Argentina) provenían en un 100% de esta raza. Ello me llevó a decidir comprar las primeras cuarenta vacas y comenzar con el reemplazo del tradicional Angus negro. Hoy tenemos un rodeo de 750 vacas. Vendemos 330.000Kgs de carne bovina/año a un carnicero/distribuidor local y un promedio de 100 vaquillonas inseminadas artificialmente para productores Limangus de lo que es la cabaña.

 ¿Cómo es ser agricultor en un país tan volátil y cambiante como Argentina?

En principio diría que es de todo menos aburrido. Argentina tiene reglas muy cambiantes principalmente las dirigidas al sector agrícola que es el principal exportador y aportante de fondos para la economía nacional. Eso se ve reflejado en una presión impositiva muy fuerte. EN Argentina tenemos un promedio de 20% de retenciones a las exportaciones. Ese aspecto negativo se complemente con las condiciones naturales y el gran nivel que tiene el “cluster” de agronegocios en cada uno de sus componentes (Universidades, Ingenieros, exportadores, cooperativas, maquinaria, Agtechs). Todos estos componentes hacen que esta sea un sector muy dinámico y competitivo y que, a pesar de la falta de reglas claras macroeconómicas, logren que el campo argentino continúe siendo un lugar donde existen enormes oportunidades para el que quiera crecer. Cada productor de punta buscar continuamente una mejora en la competitividad y productividad en su explotación. Cada año debe seguir creciendo para licuar sus costos fijos crecientes, armando equipos de trabajo comprometidos y no dejando ir ninguna oportunidad que nos da el avance tecnológico (genética, maquinaria, etc).

En qué se destaca y diferencia la Limangus?

Limangus es la primera raza sintética desarrollada en Argentina, por y para productores en sus propios establecimientos, en condiciones naturales y extensivas. En los Inicios de los 70′ se comenzaron a realizar cruzamientos entre Angus tradicional y Limousin de tamaño moderado, con la finalidad de obtener un biotipo intermedio, rústico y fértil, de buen potencial de crecimiento y desarrollo de importantes masas musculares. Luego de evaluar diferentes proporciones raciales se concluyó que el biotipo:

3/8 LIMOUSIN + 5/8 ANGUS era superior y se adaptaba a nuestras condiciones de cría, engorde y diferentes mercados, expresando y manteniendo parte del vigor híbrido del cruzamiento inicial. Es un animal moderado, rústico y de bajos requerimientos de mantenimiento, Además de fertilidad, posee facilidad de parto, dada por la conformación pélvica y bajo peso al nacer. Tiene el equilibrio justo entre engrasamiento y desarrollo de masas musculares, con excelentes rindes de faena y desposte. Por último, podemos decir que convierte más eficientemente el alimento en carne

Por favor cuéntame los trucos para la mejor calidad de carne posible con esta raza?

  • Inseminación artificial con toros seleccionados sobre todo el 100% de rodeo de cría.
  • Producir reservas de forraje en cada momento de abundancia (rollos, silos, granos).
  • Dividir los lotes ganaderos por ambientes a través de alambrado eléctrico. Sembrar verdeos de invierno (Avena y vicia) y de verano (maíz y sorgo) donde la aptitud agrícola sea buena.
  • Realizar recría a campo desde los 200 kilos de destete de la madre hasta los 310 kilos. Terminar el animal en 380 kilos con maíz y núcleo en silos de autoconsumo.
  • Eliminar los animales agresivos y concientizar al personal de la necesidad del buen trato animal.

Y qué otros cultivos tenes en Don Pedro?

Nosotros dedicamos 1,000has a la ganadería entre cría y engorde y 2,500 has a la agricultura. La zona de Tres Arroyos es muy competitiva en los cultivos de invierno como Trigo, cebada, avena y alpiste. Esos cultivos ocupan el 60% de nuestra producción mientras el 40% de la gruesa que frecuentemente falla por la escasez de agua en los meses de Enero, Febrero y Marzo se divide en 1/3 girasol, 1/3 Maíz y 1/3 soja. El maíz se usa casi integralmente para la terminación de la hacienda.

Cómo ves el futuro para la cría de ganado en Argentina? ¿Qué cosas debería cambiar?

Soy muy positivo en este aspecto. Hay una combinación de factores que están privilegiando la exportación y la recuperación de mercados externos para la carne argentina. El mercado interno, tanto por la recesión que provocó el COVID 19 cómo por los nuevos hábitos de consumo que incluyen mayor consumo de pollo y de cerdo, están disminuyendo el consumo per cápita de carne interno y dejando ese saldo para que sea exportado. Cada argentino comió 50Kg. de carne bovina por año en 2020 mientras que en los años noventa ese número era de 80Kg por habitante por año. En simultáneo, China va convirtiéndose en un consumidor insaciable de carne llegando este año a comprar el 66% del total exportado (3,300 Mio. USD). En síntesis, el mercado interno disminuye mientras China compra todo lo que puede. Hay también muchos movimientos de carne orgánica o de carne regenerativa que creo crecerán fuertemente en los próximos años porque en muchas regiones del país esto se hace hoy en día pero sin certificaciones internacionales.

Se habla mucho de la industria de carne bovina en Uruguay también – cómo calificarías la diferencia entre Argentina y Uruguay?

Uruguay aprovechó a pleno las oportunidades que le presentó la apertura de mercados de alto valor, incrementó el valor vendido por tonelada, el volumen exportado y el precio del ganado en valores muy significativos. Esto les generó incentivos para incrementar el stock y particularmente bajar la edad de los animales que integran su población ganadera. En el caso de Argentina los ciclos de crecimiento se ven afectados por intervenciones estatales que desacoplan el precio internacional del interno. Muchas veces los gobiernos están tentados de poner precios máximos o retenciones a las exportaciones. Eso en general logra que el stock vacuno disminuya y que el incentivo de hacer un engorde de dos años disminuya. Todo ello reduce la oferta tanto para el mercado interno como para el mercado internacional. Resultado: Las exportaciones vuelven a caer y los mercados externos reemplazan a Argentina por otro proveedor.